jueves, 15 de agosto de 2019

El Plan que la CONFIEP necesita

Mientras celebrábamos el advenimiento del 2018 era publicada la Política Nacional de Competitividad.
Mientras celebrábamos el 28 de julio del 2019, salió a luz el Plan Nacional de Competitividad y Formalización. El anuncio de elecciones adelantadas puso el Plan en tercer o cuarto plano.
Son ochenta medidas del Plan para ejecutar en cuatro fases que llegarían incluso al 2030.
Ha sido elaborado por el Consejo Nacional de Competitividad y Formalización.
Y una lectura del Plan, permite afirmar que está diseñado para servir a las empresas y ayudarlas a hacer negocios. Para formar los trabajadores que las empresas necesitan, no las empresas que necesita el país, porque mientras se quiere “formalizar” a las PYMES y lograr un Estado promotor de la inversión privada, se mantiene a las grandes corporaciones tales como están.
Se dirá que se estudia mejorar el marco regulatorio. ¿Pero son suficientes las normas que refieren a las relaciones entre las empresas y los usuarios o consumidores, pero mantienen el modelo que explota a los trabajadores y está orientado solo hacia la exportación, pero no a la alimentación de la población peruana, por ejemplo?
¿Y quiénes forman el CNCF?
Doce ministros, todos los representantes de las organizaciones empresariales, pero solo un gobernador y un representante sindical. Muy democrático.

Privatización encubierta


La primera semana de agosto se ha promulgado el DS 214 que promueve la privatización de 31 empresas del Estado, entre ellas Sedapal. No se dice que se va a privatizar. Se dice que se va a “incentivar el ingreso del capital privado a las empresas públicas”. Esas empresas además, tendrán el privilegio de estar exceptuadas de los controles estatales. Como ha señalado el sindicato de trabajadores de Sedapal, con esas normas, las entidades privadas podrán adquirir hasta el 100% de las empresas públicas.
En otras palabras, mientras las primeras planas hablan todos los días de la lucha contra la corrupción, se consolida y profundiza el “modelo” neoliberal que ha sido base y justificación del corrupto saqueo de los bienes del país.

lunes, 5 de agosto de 2019

Canción a dos voces

Mientras el presidente Martín Vizcarra llama a que se vayan todos en las probables elecciones de abril y junio del 2020, otras decisiones se van gestando y adoptando en un nebuloso segundo plano donde manda el gobierno verdadero, es decir el Ministerio de Economía y la CONFIEP.
La gente aplaude, y con razón, que se vayan todos. La consigna que apenas hace unos días parecía extremista, ahora luce oficialista después del mensaje presidencial. Que se vayan todos es, hay que admitirlo, un triunfo del pueblo callejero. Triunfo a medias, porque ahora la responsabilidad está en la cancha del sector popular. ¿Serán capaces los gobernadores regionales de izquierda, los alcaldes, los líderes de la izquierda parlamentaria, de asumir de una vez su rol de construir una verdadera fuerza democrática de cambio? ¿O tendrán también que irse todos?
En el fin del año 2018 fue publicada la Política Nacional de Competitividad. Y el 28 de julio del 2019, horas antes del mensaje presidencial, salió a luz el Plan Nacional de Competitividad y Formalización.
Son 80 medidas para ejecutar en cuatro fases que llegarían incluso al 2030. ¿Alguien las discutió? ¿El Parlamento acaso? ¿O las centrales sindicales?
No. El Plan Nacional de Competitividad ha sido elaborado por el Consejo Nacional de Competitividad y Formalización.
¿Y quiénes forman el CNCF?
Doce ministros, todos los representantes de las organizaciones empresariales, un gobernador y un representante sindical. Muy democrático. Habrá que preguntarle al gobernador Antonio Guevara Masías y a Máximo Barrueto, representante de las centrales sindicales, qué opinaron o si fueron consultados. O si votaron a favor.
Paralizado por las presiones de las mineras para sacar adelante Tía María a como dé lugar, Vizcarra prefiere irse. Pero, para quedar bien, les deja un regalito a los empresarios: el Plan Nacional de Competitividad. Y la licencia para que Southern construya lo que quiere en Tía María y La Tapada. ¿Después de él qué? ¿El diluvio o la sangre que significaría Tía María a como dé lugar?