jueves, 8 de diciembre de 2016

MAFIAS Y PLEBE: EL PERÚ REALMENTE EXISTENTE




Héctor Béjar

LA GENTE

Viajo en un auto colectivo de Chosica a Lima. El auto está lleno. Vamos cuatro pasajeros en el asiento trasero y dos pasajeros acompañan al conductor en el asiento delantero. En una pista estrecha de dos sentidos llena de huecos,  el vehículo va a más de 100 kms. por hora. Observo el velocímetro y digo al chofer: señor ¿no le parece que usted está manejando de manera peligrosa? El chofer no responde, solo mira al frente mientras zigzaguea en la pista adelantando a los otros autos. El pasajero que está a mi derecha me interrumpe: ¿y a usted qué le importa? Es claro que me importa, replico. Usted y yo podemos morir. Me interesa llegar a mi destino sano y salvo. Insiste mi compañero de asiento: oh señor, estamos apurados. Además usted y yo tenemos que morir en algún momento.
Voy en un ómnibus. En los asientos delanteros escucho la conversación del conductor y su amigo. Comentan los atropellos en carretera. El del lado le aconseja al que va al volante. Si atropellas a alguien, mejor remátalo, déjalo bien muerto. Si queda inválido, tendrás que mantenerlo toda tu vida.
El desprecio por la vida, la propia y la ajena, forma parte del Perú de hoy. Total, tenemos que morir algún día, es el comentario de los que instalan sus casuchas en las puntas de los cerros, al borde de los ríos, en el cauce de los huaycos que pueden barrerlos con las crecientes del verano.
Una especie de cínica resignación.
En una avenida de alto tránsito se malogra súbitamente el auto que manejo. Bajo desconcertado. Antes que averigüe qué pasó, un viejo auto sobre para a mi costado. Son varios pasajeros. Pienso que se trata de un asalto, me pongo a la defensiva. Pero uno de ellos, me ayuda a levantar el capó, encuentra la falla y pone en marcha el motor. Le agradezco y pregunto cuánto cuestan sus servicios. No te preocupes maestro, es la respuesta. Levanta el dedo pulgar derecho, sonríe, sube a su auto y sigue su camino. El desprecio por la vida va unido a la disposición para ayudar en determinadas ocasiones. Todo va junto.
El paisaje humano de los desfiles escolares revela enormes diferencias sociales. Flacura y talla baja de los chicos de los colegios nacionales. Lozanía, alta estatura en los colegios particulares, especialmente en los barrios ricos. Un apartheid social divide a las ciudades. Barrios extra ricos y cerros polvorientos, sucios, extra pobres. Ya no hay calles en la punta de los cerros, hay que escalar entre basuras, perros vagos, latas y plásticos. Cientos de miles viven sin agua ni desagüe, defecando alrededor de su casa. Millones de moscas y seguramente millones de ratas.
¿Qué significa que no haya saneamiento? En áreas rurales y urbanas, al menos dos terceras partes de peruanas y peruanos defecan en los campos, en las montañas, sus deyecciones van a los ríos y contaminan el aire y las aguas. Los ríos, lagos y lagunas son en realidad desagües o grandes depósitos de desperdicios. Mientras el Perú tenía dos millones de habitantes y dos millones de kilómetros cuadrados, la naturaleza se encargaba de procesar estos materiales. Ahora que somos diez veces más personas sobre la mitad de aquel territorio, el problema es diferente.
Pero eso no es todo. Si uno mira con ojos atentos a la gente en el jirón de la Unión o en cualquier lugar céntrico de Lima adonde llegan familias íntegras de los barrios del cono norte, los puede observar: grandes barrigas en hombres y mujeres, rollos de grasa colgando de los abdómenes, todos bajitos, piernas torcidas, arqueadas, pies con las puntas formando ángulos agudos, uno puede identificar los pasitos del caminar peruano en cualquier parte del mundo. El habla con seseo y el dequeísmo (Yo creo de que dicen los políticos y los ministros). Ropa barata y sucia, de mal gusto. La gente acostumbra orinar y escupir en las calles. La desnutrición y la malnutrición que los acompañó desde la niñez han dejado su huella. El paisaje humano es lacerante y se equipara con el aspecto dantesco de los arenales que rodean Lima, donde las casuchas se amontonan unas sobre otras.
Perú ha tenido un sostenido crecimiento económico hasta la desaceleración de los dos últimos años. En 2000, 3.0%; 2001, 0.2%; 2002: 5.0%; 2003: 4.0%: 2004: 5.0%; 2005: 6.8%; 2006: 7.7%; 2007: 8.9%; 2008: 9.8%; 2009: 1.1%; 2010: 8.8%; 2011: 6.9%; 2012: 6.0%; 2013: 5.8%; 2014: 2.4%; 2015: 3.26%[1].
Un niño o niña se suicida por día.
1300 puntos de venta comercializan drogas en Lima[2].
Entre 300 y 400 mil kilos de cocaína pura son exportados por año.
6000 celulares son robados por día y vendidos en los lugares de venta de cosas robadas que abundan en el centro y los barrios de Lima[3].
40% de los establecimientos escolares son inhabitables.
Un millón doscientos mil son ninis o neet[4], jóvenes que no estudian ni trabajan, ni se encuentran en entrenamiento laboral.
Cada año se practican 371,000 abortos clandestinos en las peores condiciones de higiene, la mayor parte de adolescentes pobres[5].
Perú tuvo el último lugar en todas las categorías entre los 64 países que participaron en la prueba PISA de 2013[6]
Entre enero y setiembre de 2014 los sicarios asesinaron a 288 personas en el Perú, una muerte por día. En su mayoría los sicarios son jóvenes entre los 14 y 25 años y matan por un pago promedio de 300 soles[7].
Por lo menos un millón y medio de personas padecen alguna enfermedad mental[8]

BIENES Y MALES

Nuestros grandes bienes sociales son muchos y están entrecruzados con nuestros males. Entre los bienes podemos mencionar nuestra multi e inter culturalidad: somos todos distintos, de colores diversos, formas de hablar diferentes en que el quechua y el acento provinciano persisten a través de las generaciones; la valentía de hombres, mujeres, niños que sobreviven a la desocupación y a las inhumanas condiciones de trabajo; la creatividad se manifiesta mediante el recurseo, nueva palabra del lenguaje peruano en una lucha maleva por la vida, que a veces significa robo astuto; las redes familiares de supervivencia y migración interna y externa se expanden al tiempo que las familias se deshacen porque los padres abandonan a las madres y a sus hijos; la capacidad para migrar y retornar pequeños capitales al país a través de las remesas que obtenemos de los países ricos, o de Lima hacia las provincias, persiste aun en medio del estancamiento europeo. Redes de solidaridad familiar o provinciana se extienden por todo el país.
También surge la cocina antes esclava y pobre ahora convertida en producto internacional; la reivindicación del pisco como bebida nacional; la comercialización y venta del Cusco antes menospreciado, convertido ahora en un saturado centro de atracción turística mundial; la presencia de una miscelánea de personajes famosos: Vargas Llosa, Sofía Mulanovich, Kina Malpartida, Gastón Acurio, Juan Diego Flórez, las chicas del vóley femenino, Claudio Pizarro, Paolo Guerrero, Magaly Solier, Claudia Llosa, Susana Baca, Tania Libertad. Incluso la repudiada Laura Bozzo, triunfante en la televisión basura mexicana.
En el culto a esta entidad abigarrada y multiforme que es a la vez identidad, se encuentran el orgullo del pueblo y la pedantería de las clases altas. Esta especie de vanagloria nacional ha reemplazado al pesimismo de los ochenta; pero  ignora los males nacionales o subestima las tareas imprescindibles de educación, democratización y civismo de las que se habla a veces sin adoptar ninguna tarea nacional concreta. Un país existente pero ignorado hierve debajo de esta realidad. La sociedad peruana tolera o mira a otro lado cuando sabe que los problemas no tienen solución.
Los grupos y personalidades que emergen de este hervidero social forman un lumpen empresariado, una lumpen burguesía, una lumpen política y un lumpen periodismo. La búsqueda a veces desesperada por la subsistencia en los sectores populares o por el mantenimiento de un alto estándar de consumo en los sectores altos coexiste con el tráfico de armas, de drogas, de personas, especialmente niños, mujeres, trabajadores y migrantes. Todo es objeto de compra y venta, casi todo ha sido cosificado para convertirse en objeto de transacción, incluyendo la inteligencia, el talento, las habilidades de todo tipo, los cuerpos de niños y mujeres, la vida privada, la intimidad, la conciencia, todo es producto de mercado. Mientras se oculta el gran manejo del poder, la manipulación de las grandes decisiones, se exhibe la alcoba, lo íntimo. Es una censura a la inversa. Lo que debiera ser público y transparente se hace privado y oculto, lo que debiera ser privado se exhibe al morbo público.
No es casual que la literatura de supermercado utilice la vida privada como atractivo para la venta de best sellers que incluyen un strip tease de los autores, un desnudarse ante el morbo público. Son los casos iniciados por Vargas Llosa en La tía Julia y el escribidor o Elogio de la madrastra y llevados al extremo por Jaime Bayly en No se lo digas a nadie. Este tráfico de intimidades coexiste con el de personas que complementa las realidades de los pobres con las necesidades de los ricos. El morbo popular ávido de escándalo es satisfecho en los programas políticos de los domingos en la noche. La televisión chorrea sangre en los noticiarios.
Hay un problema de salud mental que se expresa en los crímenes horrendos y su utilización comercial por los medios, un problema que abarca a quienes cometen los crímenes y a quienes trafican con ellos y gozan mirando. Drogas prohibidas y penalizadas formalmente, son distribuidas de manera masiva y consumidas en forma creciente en escuelas, universidades, barrios pobres y balnearios ricos: mientras la cocaína activa a los ejecutivos, el crack distrae o anula a los marginados.
El Perú es un país de padres desertores e hijos abandonados, un país sin padres. El 7% de 32 millones de peruanos es decir 2 240 000 tienen más de sesenta años y cuando conmemoremos los 200 años de la independencia serán cuatro millones, pero no tenemos política pública destinada a los adultos mayores porque ellos son nadie a partir de los sesenta. Son discriminados en el empleo, ya no pueden abrir cuentas bancarias ni recibir créditos. Los ancianos comparten las esquinas con los niños pidiendo cualquier cosa. En 2060 seremos 51 millones pero no tenemos políticas de distribución de la población ni acondicionamiento territorial. ¿Dónde se ubicará toda esa gente?
Solo hay 750 psiquiatras para atender a 32 millones de peruanos y peruanas, es decir solo uno por cada cuarenta mil habitantes[9]. Una persona, generalmente niño o adolescente, se suicida al día, víctima de la depresión, sin encontrar salida a los abusos o el abandono que sufre, ignorado por una sociedad indiferente[10].
Un país cuya población vive al día, un PBI que crece impulsado por los precios externos y no por la producción nacional, una destrucción sistemática del medio ambiente que alcanza al 4% del PBI según cifras del Banco Mundial; una “plebe” en formación…a no sabemos qué, una anomia generalizada y estructural que atraviesa verticalmente el sistema social, unos cuantos grupos económicos emergentes ligados en su mayoría a líneas de actividad sospechosas. Un clima de malestar y protesta en la Amazonía y el sur andino que se expresa de vez en cuando en manifestaciones y huelgas estigmatizadas desde el sistema oficial, una Iglesia dividida por un neo fundamentalismo cavernario, mientras las sectas fanáticas de todo tipo avanzan sostenidamente entre los más pobres lideradas por predicadores milagreros; un sistema de salud precario y un sistema educativo pobre y comercializado, eso es el Perú hoy. Éxito de algunos, emergencia de otros, sacrificio de los más, segmentación social, fragmentación, exclusión. Malestar latente, protesta eventual, indiferencia constante, alienación generalizada.
Con todo ello, nos encontramos entre el desafío y la posibilidad de convertirnos en una raza cósmica, hablando a la manera de José Vasconcelos, es decir una potencia interétnica e intercultural que reivindica a su manera sus orígenes precolombinos o la realidad cotidiana que absorbe la parte consumista de la tecnología contemporánea en forma de computadoras, cabinas públicas, juegos electrónicos y celulares inteligentes. Un caos racional con la racionalidad del desorden mafioso, nos impregna cada vez más desde arriba hasta abajo; y al saquear y contaminar la naturaleza, amenaza nuestra subsistencia como país. Este proceso de modernización se desarrolla en los tiempos de usura, guerra, competencia y egoísmo que caracterizan al mundo de hoy.

El comportamiento anómico del nuevo proletariado
Muchos peruanos pobres tienen todavía la cultura de los siervos coloniales dependientes y seguidores de los señores, cultura que coexiste con un afirmado individualismo. La colonia persiste, vive entre nosotros. Mientras el antiguo proletariado reivindicaba su posición de clase diferenciándose orgullosamente de la burguesía, este nuevo proletariado no está dispuesto a la lucha de clases sino al ascenso social individual y a la filtración del sistema por todas sus hendijas y agujeros. No quiere ser proletariado, quiere ser como ellos, como los grandes. Y ahora mismo.
En las clases altas, ser rico ya no es ser burgués porque la clásica cultura burguesa ya no existe. Ser rico en el Perú es consumir bienes no necesarios, exhibir el lujo, afianzar la discriminación social, pisar fuerte y gritar o matar si es preciso hacerlo. El puritanismo del cual Weber habló como el soporte del capitalismo europeo y norteamericano, aquí no existe. Las bibliotecas han sido reemplazadas por los equipos de sonido, los celulares inteligentes o las pantallas de plasma. Las 4 X 4 son dueñas de las calles. Los restaurantes de lujo están llenos de clientes. Los que pueden, comen bastante, hasta hartarse. Pero las ideas no han cambiado. La mayoría de los ricos peruanos de hoy conservan la mentalidad esclavista del siglo XVIII que coexiste en su conducta, sus odios, prejuicios o temores, con su moderno consumo del siglo XXI.
Por eso usamos el término plebe en su sentido de extensa e informe marea humana que cubre varias clases sociales, los pobres y los ricos; en su significado de indefinición transitoria en el proceso que lleva a una realidad social cuyas características finales, si es que existen, no podemos prever. Plebe pueden ser a la vez los pobres y los ricos, porque también hay ricos escondidos entre la masa de los pobres. A la vez, abundan los pobres morales en el mundo de los ricos o también la pobreza de las familias venidas a menos o desplazadas por la competencia, se oculta tras los muros de las mansiones en los barrios de las clases altas.
En nuestro caso, anomia equivale al hábito de transgredir las reglas y, en frecuentes casos extremos, al analfabetismo ético, a la ceguera o incapacidad moral. La incapacidad de aceptar los errores, admitirlos y pedir perdón. La tendencia a justificar y defender de cualquier manera el propio comportamiento abusivo, equivocado o corrupto. Este tipo de anomia no es inmoralidad sino amoralidad. Tratándose de los grupos emergentes es el empuje hacia arriba, sin escrúpulos. En el caso de los políticos del sistema, es el abierto e impune robo de los fondos públicos. En los sectores populares, es el difícil ajuste a una modernización acelerada, forzada y extraña, que ha roto los viejos valores de las sociedades tradicionales urbanas y campesinas para imponer los antivalores del capitalismo achorado. O también puede ser definida como la imposibilidad de practicar una ética que es inaplicable mientras no se realicen modificaciones de estructura que cierren las grandes brechas de injusticia en el pago de impuestos, el acceso a la propiedad, la educación, la salud, la vivienda y la participación en las decisiones del poder.
En este mundo que incorpora a los migrantes provincianos o a los habitantes de tugurios urbanos a un orden de egoísmo y competencia, la anomia (la falta de reglas) es imprescindible para la sobrevivencia, es estructural. Cumplir la ley injusta u obsoleta es de los tontos: equivale a enredarse en una selva en que las reglas las imponen los poderosos. Violar la ley o ignorarla es de los que la saben hacer: garantiza el éxito en la lucha por una vida cuyo modelo es el bienestar marcado por el consumo material pero no el bienser que reside en el civismo, la virtud y la calidad espiritual cuya existencia no se conoce. Ese hábito en el que se socializan los individuos bloquea el desarrollo cívico, hace imposible la ciudadanía como responsabilidad sobre uno mismo y anula cualquier intento de contribución generosa al bien público.

Las causas
Pero ¿de dónde surge esta anomia a la peruana?
De la inexistencia o debilidad de fronteras entre lo privado y lo público al tiempo que de las solidaridades de clanes, clientes y familiares en todos los sectores sociales.
El clientelismo es una institución. Algunos bienes escasos hacen posible la existencia de diversas modalidades de clientelismo: Acceso a puestos públicos; títulos de propiedad para terrenos urbanos; consecución y distribución de alimentos a los pobres; construcción de escuelas; subir de categoría de centros poblados a distritos, de distritos a provincias. Los pares clientelares son los políticos y sus clientes electorales (especialmente para la inscripción de candidatos), los políticos y los empresarios a quienes sirven; los líderes religiosos y sus fieles y devotos, especialmente en las iglesias evangélicas que expanden su dominio en las clases pobres; los políticos y los pobladores que los buscan para su reconocimiento.
El clientelismo tiene relación directa con la sostenibilidad del poder. Han existido en el pasado republicano redes clientelares formadas alrededor de líderes carismáticos como Haya de la Torre[11], Sánchez Cerro. O también alrededor de dictadores como Odría y Fujmori. Y ahora con la red del neofujimorismo de Keiko y Kenyi.
En el Perú existe institucionalizada: la patrimonialización del poder en el Estado (desde el régimen colonial) y las organizaciones sociales; redes clientelares alrededor de diversos tipos de patronazgo religioso, económico o político. La existencia de redes horizontales que no tienen ni filiación ideológica ni lealtad a ningún líder específico, sino que se orientan de distinta manera apoyando opciones políticas aparentemente diferentes, según las posibilidades de recibir beneficios colectivos y no sólo individuales.
Los historiadores nos muestran que desde la colonia concebimos el cargo público como una propiedad personal que sirve para el enriquecimiento particular y la protección de la familia extensa, los clientes y los amigos. No somos, en sentido estricto, una república, porque no estamos dispuestos a respetar la cosa pública. Somos una resprivada, un sistema de depredación y apropiación. Pensamos que lo público es una extensión de lo privado, un territorio a explotar en beneficio personal.

Una sociedad fractal
Por otro lado es una afirmación repetida que somos una sociedad fragmentada. ¿Cómo siendo una sociedad fragmentada podemos ser país? Yo prefiero la idea de que somos una sociedad fractal. Lo fractal es un concepto trasladado de la física y de la teoría de sistemas a la sociedad. Se trata de pequeños cuerpos que se reproducen y son relativa y aparentemente autónomos, separados y distintos uno del otro. Pero tienen características comunes y están comunicados. En el terreno social sucede lo mismo. Cada grupo desconfía del otro y en cada grupo hay un líder que no acepta competencias. Pero todos los grupos saben que son semejantes a pesar de sus diferencias externas porque su comportamiento los identifica. Así un pequeño empresario que evade impuestos porque quiere o porque se ve obligado a hacerlo, puede sentirse identificado con un gran empresario que comete estafas, compra jueces, atropella a policías, discrimina a sirvientes, desprecia a cholos, insulta a negros. Sueña con ser como él y por tanto no está en esencia contra él. Ganar un juicio comprando a los jueces o evitar una multa sobornando al policía son costumbres que sobrepasan las fronteras de las clases sociales y hacen que todos nos identifiquemos en una sola y gran complicidad y estemos dispuestos a unirnos contra cualquiera que denuncie o quiera terminar con este “sistema”. La reacción natural de quien comete una falta es increpar o atacar a quien le llama la atención en vez de reconocer la culpa. Esconder la culpa. Justificar lo hecho con cualquier argumento. O evadir la responsabilidad abandonando a las personas en peligro o a las víctimas de los accidentes o los errores cometidos. Igual si es un hijo, una mujer, una deuda, un compromiso de trabajo o un peatón a quien se ha atropellado. Como lo personal se impone sobre lo familiar, la solidaridad o complicidad familiar tiene el límite del interés individual. La familia puede ser esclavizada o sometida por el padre, la madre o el líder. O puede convertirse en un lugar más peligroso que el ámbito externo.




EL NUEVO PROLETARIADO

En el Perú se va formando un nuevo proletariado que es en realidad, como dijo alguna vez Carlos Franco, una nueva plebe rural y urbana que ya no está marcada en los moldes de la organización industrial, sino depende de quienes dominan y monopolizan el mercado, el comercio y la pequeña producción: confecciones, calzado, muebles, mercadeo de alimentos, venta y contrabando de artefactos, minería ilegal e informal, comercio ambulatorio, producción y distribución de cocaína, ocupación de la ciudad para convertirla en centro de trabajo, mototaxis, taxis, combies, etc. Las mujeres que laboran en las empresas de agroexportación trabajan doce y catorce horas muchas veces en trabajo nocturno y dentro de cabinas de frío. Las niñas y los niños son semi esclavos o esclavos en los lavaderos de oro y las ladrilleras. Los jóvenes tienen que mendigar empleo y trabajar por el salario mínimo en retails, restaurantes y services. Las jóvenes encuentran trabajo en microempresas, en casinos o en la venta del sexo. Cada actividad económica tiene su mafia y cada mafia tiene sus sicarios, adolescentes que ganan plata matando gente por encargo. Educamos una generación de vendedores callejeros, acróbatas en los cruceros de tránsito, mendigos en los semáforos, vigilantes nocturnos que trasnochan y arriesgan la vida para poder vivir, cobradores de combis, lavadores de carros, impulsoras de supermercados, anfitrionas de casinos, niños y niñas que se prostituyen por miles en las calles de Lima y las ciudades de la sierra y la selva; que crecen en un mundo de miseria material y moral. Trabajadoras y trabajadores de los malditos services en la ciudad y en el campo.
Ellos no podrán convertirse en una burguesía porque están condenados al autoconsumo, a vivir al día. Cuando acumulan es casi siempre a un alto costo moral. Para avanzar, para crecer, deberán empujar, ocupar, transgredir las leyes, comprar conciencias y decisiones, es decir, envilecerse y envilecer. Tampoco pueden convertirse en proletariado industrial porque no hay grandes industrias. 


Los agentes sociales
Los próximos años estarán marcados por la segmentación de la sociedad: dos Perú que no están separados sino mezclados, intercomunicados en una sola complicidad. Mafias y plebe. Las relaciones de poder estarán dadas por la / dependencia / subordinación / negociación entre mafias y plebe. Lo que está sucediendo es que una plebe cubre el país homogenizando y superponiendo la multiculturalidad; la anomia cubre el país inutilizando el ya obsoleto sistema normativo y legal y la inútil y corrupta administración de justicia. Los recursos que forman el capital natural estarán en poder de las empresas internacionales muchas de las cuales han formado también un sistema de corrupción mediante la compra de políticos y funcionarios del Estado. Hay ausencia de gobierno entendido como la orientación del país hacia objetivos nacionales, lo que hay son mafias en el poder cuyo objetivo no es gobernar sino lucrar. La política mediática tiene como tarea mantener alienada a la plebe. La política económica es succionadora y sangradora. La política social mantiene tranquila a la plebe, sujetando su voluntad.
Los nuevos agentes sociales dominantes son los grupos, lobbies o mafias empresariales que han penetrado el Estado poniéndolo a su servicio; las empresas explotadoras del capital natural que imponen sus reglas; los líderes o mafias locales; las firmas de narcotráfico; la jerarquía católica fundamentalista; las sectas religiosas que promueven la lucha contra el demonio; y los grupos represores cuyo objetivo estratégico es hacer que el sistema de explotación y control dure muchos años.
A esta red se opone una inteligencia académica, democrática y moderada; un conjunto de partidos políticos fragmentados; una red de dirigentes de organizaciones sociales y femeninas; y miles de activistas dispersos que se unen eventualmente en acciones imprevistas de protesta o demanda. Minorías desorganizadas al margen de un gran conglomerado de indiferencia.



Las posibilidades y el futuro
Proponemos varias alternativas para pensar lo que puede suceder en lo que resta del siglo.
En la Alternativa 1 el sistema de dádivas / promesas / concesiones entre mafias y plebe dura hasta una etapa indeterminada, fuera de nuestra acción. Se produce una consolidación del poder narco en el centro sur selvático y se amplía a la tercera parte del país mientras se consolida el poder mafioso gubernamental central constituido por el catolicismo fundamentalista en el campo religioso político, la red empresarial mafiosa en el sistema productivo, los partidos políticos de la derecha corrupta (distinta de la derecha democrática) y los sistemas represivos. El neofujimorismo es el casquete de esta corte de los milagros. El Perú va desapareciendo o es disminuido como país. Chile captura el sur peruano, lo ocupa económica o militarmente si es necesario, en busca del agua del Titicaca, el gas de Camisea y los recursos del sur andino, mientras Brasil domina los Andes y ocupa económicamente la Amazonía usando el agua que necesita para continuar su crecimiento industrial con la electricidad generada desde los Andes y la selva peruana. El Perú real queda reducido a Lima y el norte agrícola y minero.
En la Alternativa 2 surge un líder carismático neo populista que genera una secuencia de cambios en la relación interna de poder.
La Alternativa 3 es la utópica: se produce una demo / tecno / cracia. Las minorías ilustradas y las tecnocracias operativas liberales logran llegar al gobierno mediante un sistema complicado de acuerdos y concesiones que permite establecer un sistema democrático en lo político y económico, vigilado por las grandes empresas, las potencias mundiales y los organismos represivos internacionales y nacionales. Los movimientos sociales incluyendo el mundo indígena logran articularse de manera no orgánica, al igual que las opciones políticas alternativas (desde movimientos “antisistema” hasta ONG). Hay un “empate” con las mafias. Se produce una negociación y un “nuevo” contrato social, una inestabilidad de larga duración sobre nuevas condiciones más favorables a los sectores populares. Esto pasa por una dura confrontación civil hasta que el sistema represivo es progresivamente desmantelado.
En la alternativa 4 la plebe rica y pobre acaba de invadir los sistemas de decisión e impone sus reglas. Consolida su poder mediante el comercio / contrabando, la producción micro, el arte chicha; el país se plebeyiza, las mafias centrales pierden poder, pero el sistema prebendario continúa con nuevas mafias. Las inteligencias son primero marginadas y luego desaparecen en un mundo anómico que se formaliza lenta y gradualmente.
Puede pensarse en muchas otras alternativas.
Lo importante es decir finalmente que, en estas circunstancias, la supervivencia del Perú como país depende de la habilidad de los sectores democráticos de la elite para comunicarse con los activistas y líderes honestos del pueblo y lograr una coalición mayoritaria orientada a otra manera de hacer país y otra forma de hacer política.
Contra la sociedad egoísta y anómica, debemos oponer la sociedad del trabajo digno, de los servicios sociales para todos sin discriminaciones. La sociedad en la cual cada trabajador y cada trabajadora ven respetados sus derechos y reciben la compensación adecuada a su esfuerzo. La sociedad que hace realidad una democracia de verdad. Pero eso significa reivindicar el rol de la conciencia individual y colectiva. Cualquier alternativa teórica, cualquier modelo económico y político, se echará a perder si pasa por el filtro de conciencias no preparadas o corruptas. La excelencia de la conducta individual, la actitud de responsabilidad ciudadana, es la única garantía de mejora o transformación social. Y eso toma tiempo, largo tiempo…


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[1] Cifras del Instituto Nacional de Estadística e Informática INEI.
[2] Datos de CEDRO.
[3] Datos de OSIPTEL.
[4] «Not in employment, education or training». Datos de la Encuesta sobre la Transición de la Escuela al Trabajo (ETET 2012)
[5] Cifras de la organización Manuela Ramos
[6] PISA, Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico OCDE, que comprende los rubros de matemáticas, ciencias y comprensión lectora.

[7] El Comercio 28 setiembre 2014.
[8] Vanessa Herrera, Jefa de Atención Integral de Desórdenes Mentales del Instituto Nacional de Salud Mental Honorio Delgado, 6 oct 2015. El más reciente Estudio Epidemiológico Metropolitano de Salud Mental en Lima y Callao, elaborado por el Instituto especializado de Salud Mental Honorio Delgado Hideyo Noguchi, arrojó una prevalencia actual de depresión mayor de 9,8%, con predominio del sexo femenino y en las personas por encima de los 75 años.
[9] Declaraciones de Carlos Palomino Decano del Colegio Médico 6 oct. 2015. La OMS sugiere que debe haber un psiquiatra por cada mil personas.
[10] Walter Castillo Martell, director del Instituto especializado de Salud Mental Honorio Delgado Hideyo Noguchi, explicó que las conductas suicidas están asociadas a la depresión y se forman desde la infancia. El suicidio es el desenlace fatal de un proceso que en la práctica es también una enfermedad. Algunas personas nacen con la disposición genética para ser depresivos y otros nacen más resistentes, “pero si en la infancia estas personas vulnerables sufren de abandono, descuido o poca atención, tendrán mayor predisposición a desarrollar una depresión mucho más severa”.
El psiquiatra Freddy Vásquez, presidente de la Sociedad Peruana de Prevención del Suicidio, señaló a los diarios que la mayoría de suicidas son varones. Sin embargo, alertó que, en los últimos 20 años, la autoeliminación ha crecido entre los adolescentes de 12 a 14 años, sobre todo en las mujeres.
“Se ha detectado que, en el 30% de esos casos, la violencia escolar, el ‘bullying’ presencial o el ‘ciberbullying’ (a través de Internet) están causando el incremento de los intentos de suicidio. Esto se debe a la masificación de la quiebra de contactos en la familia, la ruptura de los matrimonios, el abandono de los padres en su rol hacia los hijos, la familia ausente, la violencia y otros problemas específicos”.
Vásquez agregó que actualmente la Internet se ha convertido en una puerta abierta al reforzamiento de las conductas suicidas. “Hay ciertas páginas que les dicen a los chicos cómo suicidarse y qué métodos utilizar. Eso es muy riesgoso para la gente que está deprimida o pensando en autoeliminarse”, aseveró.

[11] Puede creerse que exagero cuando hablo de Haya de la Torre como un líder clientelista. No olvidemos que desde 1956, año de su retorno a la legalidad, el Apra pobló al Estado con sus militantes, en el Congreso, las Corporaciones departamentales de desarrollo, el Poder Judicial, las universidades, el magisterio y la seguridad social.

jueves, 17 de noviembre de 2016

El nacimiento de Unidad






Era 1956. Después de acusar a los comunistas de haber homenajeado al banquero Manuel Prado como el “Stalin peruano” entre 1939 y 1945 (cosa que nunca sucedió), después de  señalar a Prado como “el hijo del traidor del 79”, los apristas acabaron ese año votando por él. Obedecieron disciplinadamente a su jefe Víctor Raúl Haya de la Torre. Dejaron en la estacada a Hernando de Lavalle, el otro banquero (del Banco de Crédito). En esas elecciones compitieron dos banqueros. Tú lo conoces, vota por él, era el lema de Prado. Lavalle es el hombre, el de Lavalle. Nosotros decíamos This is the man: Lavalle, aludiendo a sus vinculaciones con Estados Unidos.
Prado había ofrecido amnistiar al Apra apenas alcanzada la presidencia. Así se produjo el acuerdo que sería llamado la convivencia.
El Partido Comunista había pasado una larga ilegalidad. Entre 1948 y 1956, parte de sus dirigentes estaban en el Frontón, la Penitenciaría y la Cárcel Central y otra parte vivía en el exilio, en México DF, Buenos Aires y Chile. En Lima, Arequipa, Huancayo y otras ciudades, se mantenían pequeños comités clandestinos. En San Marcos y otras universidades había fracciones universitarias y círculos de estudios. Pero si te pillaban un libro marxista ibas preso. Los libros sobre la Unión Soviética y China los vendía el dueño de la librería La Universidad en un cuarto oculto y oscuro al fondo de la librería de la calle La Colmena, donde solo conocidos entraban con mucho misterio.
Con gran esfuerzo, probablemente allá por 1954, se logró realizar una convención nacional de emergencia que eligió una Dirección Nacional Provisional, una Comisión Política y un Secretariado. En Lima se formó un Comité Local al que pertenecieron Alfredo Abarca, que vivía en la clandestinidad buscado por la dictadura por haber asistido a un Congreso por la Paz; Virgilio Roel, que había salido del Frontón un año antes y Juan José Vega, periodista, hijo del escritor Anaximandro Vega. Eran dirigentes nacionales Mariano Muñiz del Cusco y otros camaradas de Junín y Arequipa. En Lima y Arequipa se publicaban pequeños periódicos mimeografiados. Había comunistas en las direcciones de los sindicatos importantes: Federaciones Departamentales de Cusco y Arequipa, Tranviarios y Choferes de Lima, Cerveceros y Portuarios del Callao. El partido tenía una latente e importante fuerza sindical. Por su parte, el Apra mantenía su presencia entre los trabajadores textiles.
El Secretariado estaba formado por el poeta tacneño Omar Zilbert, y los camaradas Rojas, llamado Coronel porque había combatido en la guerra civil española y Marcos Godiño, un maestro.
A diferencia del Apra que inundó el parlamento con sus líderes, la situación del Partido Comunista,  era de semilegalidad. Su solitario diputado era el cusqueño Efraín Ruiz Caro, quien había pertenecido a la Juventud Comunista, pero ganó una curul por el flamante Partido Social Progresista. A pesar de la amnistía, el partido seguía proscrito porque el art. 53 de la Constitución de 1933 prohibía las organizaciones políticas internacionales, de manera que no podía abrir locales ni publicar periódicos con su nombre. La representación pradista y los apristas se negaron a aceptar la posibilidad de una reforma de la Constitución anulando el artículo.
La dirección provisional acordó publicar un periódico. La tarea fue encargada a César Lévano, apenas salido del Frontón después de cuatro años de prisión, a don Francisco Castillo, un veterano periodista especializado en el box, y a mí, porque leía noticias en El Diario de las Informaciones, un noticiero de la Radio Central, muy popular en la época y era Secretario Nacional de prensa en el secretariado provisional.
César Lévano empezó a trabajar en la Agencia de Noticias France Presse AFP, que dirigía Alberto Brun, un periodista argelino de izquierda (a raíz del asesinato del Che sería el aviador que rescató a Regis Debray de su prisión en Bolivia). En la France Presse trabajaban también Juan Pablo Chang, recién llegado de Francia y México; y Juan José Vega, también militante del Partido por aquellos días.
Don Pancho Castillo era toda una institución del periodismo. Había trabajado en Cascabel, el diario vespertino humorístico de Federico More, donde escribía una columna sobre box y firmaba como Pancho Zuácate. Era un moreno ya viejo, pobre, de andar lento, estaba siempre de muy buen humor y daba consejos de antiguo periodista y conocedor del mundo popular.
Con Lévano y Castillo aprendí los secretos y la habilidad del periodismo escrito en una época en que no había computadoras ni celulares; y en que la máquina de escribir era el instrumento principal del periodista.
Lévano sugirió el nombre Unidad, el mismo del diario del Partido Comunista Italiano, el famoso PCI. Voz del pueblo, ritmo de la época era el lema del periódico. Conseguimos que nos aceptara la imprenta Salas e hijos. Una enorme imprenta con seis linotipos, cuatro planas y muchas máquinas Heidelberg, ubicada en el sótano del edificio San Martín al lado del cine Metro y en la plaza del mismo nombre. Montañas de hierro que se movían día y noche y un olor a tinta inolvidable. Uno tenía que amanecerse al pie de las máquinas para ir corrigiendo las pruebas y la fraternidad con los obreros gráficos era una característica del trabajo. Con tantos encargos que tenía la imprenta, tenías que ser amigo de todos para que tu periódico entre a tiempo a las máquinas.
Lo curioso era que, a partir del tercer piso para arriba, estaba la embajada norteamericana, nada menos. De manera que el periódico de los comunistas resultaba saliendo de los sótanos de la embajada norteamericana. En la misma imprenta se editaba el semanario 1956 (cambiaba de nombre cada año) de Genaro Carnero Checa.
Con Mario Álvarez, uno de los estudiantes comunistas expulsados de Argentina por Perón, recién llegado a Lima, alquilamos una oficina en el segundo piso de una vieja casa de la calle Cueva, frente al paradero de los tranvías de Barranco y Chorrillos, al costado de la Plaza San Martín. Allí empezamos a recibir las visitas de los camaradas que regresaban al Perú o salían de la prisión: Gustavo, Violeta y Rosina Valcárcel, Jorge del Prado, Guillermo Mercado (murió en 1965 en la guerrilla), Raúl Acosta, Juan Barrio y otros.
Camaradas de la juventud de entonces empezaron a colaborar de diversas formas en el periódico. Julio Dagnino en la corrección de pruebas. Carlos de la Riva, el gran pintor arequipeño, enviaba por correo excelentes dibujos a carbón y pluma. Jorge del Prado colaboraba con dibujos y artículos. En el primer número publicamos un excelente retrato de Simón Herrera Farfán, dirigente obrero del partido que fue torturado hasta la muerte en la prisión, hecho por De la Riva. Publicamos una entrevista a la viuda de Herrera, que trabajaba en la encuadernación donde también laboraban la viuda de Alfredo Mathews y Jorge Acosta, hermano de Raúl, que había sido Secretario General del partido.

Jaime Salinas, en esa época joven universitario y después abogado, era el mejor de los vendedores. Se “piqueteaba” (se vendía en la calle) el periódico. Los jóvenes se ubicaban con grandes cantidades de ejemplares en la Plaza Unión, adonde llegaban de los barrios centenares de obreros para trabajar en las fábricas de la Avenida Argentina. El periódico se agotaba. Desde luego, también se repartía en los puestos de venta del centro de Lima y en los comités “de radio” (una circunscripción menor al barrio) del Partido. Fue el nacimiento. El resto de la historia es conocido.

domingo, 13 de noviembre de 2016

Sindicatos y partidos

Una vez más los trabajadores y las trabajadoras organizados que se organizan en sindicatos, se reúnen. Es el XIV Congreso de la CGTP.
El sindicalismo sigue existiendo en el mundo a pesar de sus enemigos neoliberales y capitalistas. Pero debemos reconocer que ha perdido su fuerza, su encanto. Ha sido debilitado no solo por los enemigos de clase sino por los amigos y los sindicalistas mismos. Hay sindicatos fuertes pero corruptos en el mundo. Hay sindicatos debilitados por los patrones que gobiernan el planeta. Hubo, hay y habrá sindicalistas víctimas y mártires. Millones de trabajadores ignoran todavía lo que es un sindicato.
Las tareas son enormes. En el Perú el sindicalismo es un bien nacional, es necesario; no solo para luchar por dignidad y un nivel humano de vida para todos sino para mantener viva la idea de que es posible una sociedad justa donde no haya explotación del hombre por el hombre.
La CGTP forma parte de esa esperanza. Su fundador José Carlos Mariátegui enseñó a los trabajadores que es posible y necesario construir un frente único donde todos los trabajadores, todas las trabajadoras, luchen unidos en torno a sus intereses inmediatos.
Pero Mariátegui no se quedó en lo inmediato. Sabía que la liberación de los trabajadores no depende de los sindicatos sino de la revolución socialista. Y para ello, además de la CGTP, fundó un partido.

Las ideas de Mariátegui siguen vigentes gracias a sus enemigos que persisten en mantener una sociedad de explotación. Por eso, mientras la sociedad explotadora exista, no hay ni debe haber contradicción entre revolución socialista, reformas de sentido socialista, sindicato y partido. Los sindicatos nutren a los partidos revolucionarios con su aporte masivo y sus plataformas de clase. Los partidos revolucionarios nutren a los sindicatos con sus ideas. Ambos, sin embargo, tienen la obligación de respetarse mutuamente, inter influirse, tratarse como hermanos. Incluso los partidos no revolucionarios están y estarán presentes en los sindicatos mientras sean parte del pueblo. Lo peligroso sucede cuando los partidos se disputan las direcciones sindicales como su fueran presa o botín. O cuando los líderes sindicales renuncian a las ideas revolucionarias para entregarse a la burocratización. O cuando los partidos se dividen y llevan sus divisiones a la clase trabajadora. Estos errores han sucedido y suceden en nuestro país. Esta difícil relación entre sindicato y partido está, reconozcámoslo, en el fondo de la crisis sindical. El burocratismo adormece a los sindicatos, el sectarismo divide a los partidos.  Trabajemos para superar esta contradicción en las direcciones sindicales y en las bases populares. Los sindicatos deberían ser base, columna vertebral y sostén de la organización popular, única garantía de defensa del pueblo frente a sus explotadores. Los sindicatos no son ni deben ser un botín. Son un gran espacio donde todos los partidos que quieren identificarse con los intereses históricos del pueblo pueden convivir ayudando en una construcción común que es parte de la liberación nacional y social.

miércoles, 2 de noviembre de 2016

Izquierda latinoamericana:
entre la revolución y el miedo



Sobrevivientes de la lucha armada y el holocausto, los herederos de la izquierda heroica y, en algunos casos, sus propios líderes, llegaron finalmente al final del siglo XX y en la primera década del siglo XXI,  a gobernar por las vías de una democracia representativa recortada. Alcanzaron a regir los destinos de todo el continente, con excepción de México (donde fueron derrotados por fraude), Colombia (donde las FARC y el ELN subsistían y la izquierda no llegó a presentar una alternativa única) y Honduras (donde se desarrolló un golpe de estado).  ¿Ahora estarían en retirada ante una ola restauradora del antiguo régimen?
Todo tiene un precio. Las izquierdas antes revolucionarias tuvieron que pedir ser admitidas al club de la democracia limitada pagando el costo de callar gran parte de las causas de la realidad social, respetando las reglas de la democracia representativa antes repudiada y en consenso con una parte de la derecha política y la burguesía empresarial. Dejaron de ser víctimas de la persecución para ser víctimas del acoso mediático. Pero lograron realizaciones que no deben ser menospreciadas.

LAS IZQUIERDAS POR PAÍS

Desde la revolución encabezada por José Figueres en 1946, Costa Rica mantiene el régimen más estable de la región con gobiernos en que se alternan el Partido Social Cristiano y el de Liberación Nacional (socialdemocracia). Panamá no ha logrado retomar la línea de liberación intentada en los sesenta por Omar Torrijos y ahora gobierna en ella la derecha.  Cuba ha consolidado su revolución pero sigue bajo la amenaza de la intervención norteamericana que le impide desarrollar su economía al negarle su mercado natural, los Estados Unidos, a pesar de haberse abierto un diálogo con el gobierno de Obama. Puerto Rico sigue siendo una colonia de Washington bajo la irónica denominación de Estado Libre Asociado. Haití vive una larga e interminable tragedia.

México: una larga agonía

Desencadenada la descomposición del PRI a partir del sismo de 1985, la izquierda mexicana que decidió formar parte el PRD pasó una etapa inicial marcada por la represión del gobierno, y el crecimiento de este partido como una alternativa al corrupto y envejecido PRI.
Cuauhtémoc Cárdenas levantó la bandera de la lucha por la soberanía nacional, el cambio en la economía y el establecimiento de un régimen plenamente democrático. El PRD ganó las elecciones de 1988 en los votos pero perdió en el fraude de la noche del 6 de julio, cuando la Secretaría de Gobernación suspendió la información sobre el avance de la votación que favorecía ampliamente a Cárdenas y alteró los resultados.
En Chiapas surgió el zapatismo con el liderazgo del Comandante Segundo al mismo tiempo que México era encadenado a los Estados Unidos mediante el NAFTA. Una guerrilla más mediática que militar, sustentada más en las comunidades campesinas que el poder del fusil, se ubicó como un foco paralelo al sistema político donde el PRD disputaba el poder electoral al PRI y el PAN.
El PRD se opuso a los ajustes neoliberales de gobiernos sucesivos. Algunos de sus militantes y simpatizantes fueron asesinados. Aunque obtuvo la Intendencia del DF con Cárdenas en 1997 y López Obrador en 2000, fue devorado por las luchas de tendencias entre Muñoz Ledo y López Obrador en medio de un clima de tensión política, violencia y corrupción desde los gobiernos fraudulentos de Fox y Calderón hasta el actual de Peña Nieto. Sin embargo, en las elecciones de 2006 y 2012, Manuel López Obrador obtuvo 35% y 31% de votación. Desconoció los resultados y se ha proclamado presidente legítimo de México. El PRD gobierna el Distrito Federal y los estados de Guerrero, Tabaxco y Morelos, pero el país ha entrado en una espiral de corrupción y violencia.

Guatemala: doscientos mil muertos

Después de Arévalo y Arbenz en los cincuenta, Turcios Lima y Yon Sosa en los sesenta, Guatemala padeció una dictadura sangrienta y genocida entre 1960 y 1996.
La UNRG fue fundada el 7 de febrero de 1982, como resultado de la coordinación de los cuatro grupos guerrilleros más importantes: Ejército Guerrillero de los Pobres (EGP), Organización del Pueblo en Armas (ORPA),  Fuerzas Armadas Rebeldes (FAR), y grupos del Partido Guatemalteco del Trabajo (PGT).
En 1996, con la firma del Acuerdo de Paz Firme y Duradera entre el gobierno de Álvaro Arzú y la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca URNG, se puso fin a una guerra que duró más de 36 años.
El saldo final establecido por la Comisión para el Esclarecimiento Histórico de las Naciones Unidas fue de doscientos mil muertos, cuarenta y cinco mil desaparecidos, y cerca de cien mil desplazados. 54,000 violaciones a los Derechos Humanos. Masacres, torturas, violaciones masivas, desapariciones forzadas, mutilaciones y otros crímenes cometidos por las fuerzas del Estado. Un verdadero holocausto de los indígenas.
La noche del 26 de abril de 1998, el obispo Juan José Gerardi fue asesinado a golpes en la cabeza en el garaje de la casa parroquial de San Sebastián, Ciudad de Guatemala. Dos días antes había publicado el informe "Guatemala: Nunca más". El trabajo de recuperación histórica que Gerardi y su equipo realizaron, sería fundamental en las labores posteriores de la Comisión para el Esclarecimiento Histórico (CEH), auspiciada por las Naciones Unidas, instalada en virtud de los Acuerdos de Paz.
Tras el proceso de paz la guerrilla depuso las armas e inició la conversión de la URNG en partido. Para las elecciones de 1999 se presentó en una coalición de partidos de izquierda. Obtuvieron el tercer puesto. En 2003 concurrió dividida y obtuvo pobres resultados En 2007 volvieron a ir divididos y solo ganaron dos curules de 158.
Ahora imperan el crimen común, la corrupción y la impunidad. Las elecciones del 2015 dieron la victoria al comediante Jimmy Morales. El Congreso está dominado por la derecha. La izquierda es marginal. Tanto el Congreso como el gobierno han sufrido un duro desgaste por ser incapaces de afrontar la inseguridad, el desempleo, pobreza, analfabetismo y desnutrición.

El Salvador: una centro izquierda eficaz

En 1980 fue creado el Frente Farabundo Martí y se abrió un período de doce años de guerra civil entre 1980 y 1992. El imperialismo no pudo vencer a la guerrilla en uno de los países más pequeños del mundo. Tampoco la guerrilla pudo ganar. El empate dio lugar a los acuerdos de paz. El escenario político fue disputado por la derecha agrupada en la Alianza Republicana Nacionalista ARENA y el izquierdista FMLN Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional. El FMLN declaró ser un partido de tendencias. Osciló entre un socialismo a la española y un socialismo radical. Participó en cinco elecciones: 1994, 1999, 2004, 2009 y 2014. Ganó en las dos últimas superando el 50% y más de un millón de votos con Mauricio Funes y Salvador Sánchez Cerén.
El FMLN gobierna desde el 2009. Implementó una fuerte política social con subsidios a los ingresos  y merienda en las escuelas, redujo la violencia, incrementó el agua potable en las zonas urbanas, abasteció de medicinas a los hospitales, avanzó en la alfabetización. Los programas educativos que incluyen el suministro de leche, uniformes, calzados y materiales escolares para los alumnos, contribuyeron a la creación empleos en pequeñas y medianas empresas. Se implementó la reforma integral del sistema nacional de salud. Fueron construidos hospitales, unidades de salud, escuelas, así como redes viales urbanas y rurales, triplicando en cuatro años todo lo realizado por el partido ARENA en más de 20 años de gobierno. Fue fomentada la agricultura familiar con la entrega gratuita de tierras, viviendas e insumos a miles de campesinos empobrecidos.

Nicaragua: el sandinismo institucionalizado

En Nicaragua, la guerrilla sandinista fue la única que alcanzó el triunfo militar entre todas las que se organizaron en los años sesenta en América Latina; fue la única triunfante mediante la lucha armada después de la Revolución Cubana; la primera fuerza política en la historia que, habiendo obtenido el poder por las armas, lo entregó por los votos. Cuando perdió las elecciones ante Violeta Chamorro, Nicaragua fue el primer país con un gobierno de derecha y unas fuerzas armadas y de seguridad de izquierda. En 2006, le tocó al sandinismo ser la primera fuerza de izquierda que, habiendo perdido el poder, lo recuperó mediante los votos.
Cuando perdió las elecciones de 1990, formalizó rápidamente las tierras que había entregado a los campesinos en la reforma agraria. Se legalizaron las casas y terrenos urbanos entregados a los sectores más empobrecidos. Ganó posiciones en el Poder Judicial, mantuvo su poder militar en el ejército convencional y su presencia en los medios de difusión masiva. Se institucionalizó como una fuerza política nacional.
Luego de los gobiernos de Arnoldo Alemán y Enrique Bolaños, el FSLN retornó al poder en alianza con un sector de los liberales en el 2006.
Actualmente el FSLN, otra vez en el gobierno, ha promovido la democracia directa del poder popular en la base del sistema político.
Entre otros logros del sandinismo, se puede mencionar la erradicación del analfabetismo, la restauración del derecho universal a la salud y la educación, la construcción y mejoría de viviendas, la atención a la niñez en situación de riesgo producto de la pobreza, el subsidio al transporte público y al consumo de energía eléctrica, y la solución de la crisis energética. Por eso, Nicaragua no es un país de violencia como México o Guatemala.

Colombia: la paz posible

La represión de la derecha terrateniente fue feroz contra la izquierda en Colombia. Asesinaron a Jorge Eliécer Gaitán y a decenas de miles de liberales a partir de 1948. Acabaron con la Unión Patriótica matando a sus cinco mil miembros. El asesinato de sindicalistas es sistemático.
Pero las izquierdas colombianas están fragmentadas. El M 19 fue liquidado por el ejército y los paramilitares. El Polo Democrático ha ganado la alcaldía de Bogotá en varias ocasiones pero no ha logrado una gestión duradera. Las FARC y el ELN han empezado un proceso de negociaciones de paz con el gobierno de Santos. Pero la derecha mantiene su hegemonía mediante el dominio de la política por las grandes familias, la represión mediante las fuerzas armadas y los paramilitares y los sectores derechistas de los partidos liberal y conservador. Es una incógnita, a pesar del largo período de negociación qué carácter tendrá finalmente la paz colombiana: si la continuación de la dominación oligárquica o un proceso de cambios democráticos en la propiedad, la economía y el sistema político.

Ecuador: futuro incierto

El Partido Socialista Ecuatoriano fue fundado en 1926 y se escindió en 1931 dando lugar a la formación del Partido Comunista. En los años cuarenta el PC respaldó a Velasco Ibarra para después ser perseguido por éste. Después de la revolución cubana y la ruptura chino soviética se formó el Partido Socialista Revolucionario (PSRE) mientras que la confrontación dentro del PC provocó una ruptura que dio origen a la constitución del Partido Comunista Marxista Leninista del Ecuador (PCMLE).
El general Guillermo Rodríguez Lara, entre febrero de 1972 y septiembre de 1975, ensayó un proceso parecido al que encabezaba el general Velasco en el Perú; pero en 1976 un triunvirato militar propició los mecanismos formales para retornar en 1979, a la vieja democracia electoral.
La izquierda ecuatoriana, desde entonces, participó en los procesos eleccionarios mediante el Frente Amplio de Izquierda FADI y el Movimiento Popular Democrático MPD, Unidad Popular desde el 2014. A partir del levantamiento pacífico de 1990, el movimiento indígena agrupado en la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador CONAIE, obtuvo un gran protagonismo que ha declinado en los últimos años.
En 2006 ganó las elecciones Rafael Correa y fue promulgada una nueva Constitución que reconoce las distintas identidades culturales del Ecuador. La izquierda y el movimiento indígena mantienen un tenso apoyo crítico al gobierno de Correa. Las discrepancias surgen en la medida que Correa se ve obligado a mantener las inversiones petroleras que afectan a las tierras indígenas, como una base de la economía del país. Correa decidió no participar en las siguientes elecciones y el futuro político es incierto.


 Venezuela: ¿al borde de la guerra civil?

El presente y futuro venezolano está marcado por la figura de Hugo Chávez y su proyecto de socialismo del siglo XXI.
La Venezuela de Chávez se planteó como objetivo el socialismo del siglo XXI. En su apoyo confluyeron además de la izquierda tradicional, grupos políticos,  organizaciones barriales y los jóvenes que amanecieron a la conciencia política con el comandante Chávez. Chávez logró un apoyo de masas y lo organizó en el Partido Socialista Unido de Venezuela PSUV.
A diferencia del resto de la izquierda latinoamericana, Chávez planteó abiertamente la construcción de un nuevo Estado socialista a partir del actual. Convirtió a las fuerzas armadas en garantes del nuevo orden. Organizó un nuevo  estado social basado en las “misiones”, paralelo al estado de la vieja república. Abrió relaciones con China, Rusia, Irán, Libia, y otros estados estigmatizados por Estados Unidos y la OTAN. Trabajó por la unidad de América Latina en UNASUR y la CELAC. Pero enfermó de cáncer y murió a la par que los precios del petróleo, base financiera de su proyecto, se despeñaban por las maniobras especulativas de los Estados Unidos que, una vez dueño mediante la conquista de los yacimientos de Irak y Libia, sacó sus reservas al mercado internacional. El sucesor Nicolás Maduro, heredó una prolongada crisis económica y política que Venezuela tiene que soportar en el aislamiento, debido a la caída de los gobiernos progresistas de Brasil y Argentina. La derecha venezolana ha desarrollado una sistemática campaña para derrocar a Maduro. Polarizado entre dos bandos aparentemente irreconciliables, el pueblo venezolano ha vivido una permanente crisis económica y política.  Ahora se abrió el diálogo entre gobierno y oposición.

Brasil: golpe parlamentario

El Partido de los Trabajadores (PT) fue fundado en 1980 a partir de sindicalistas,  cristianos  y  militantes de la izquierda organizada. Innovó los métodos de organización  mediante la democracia interna y la participación de la base militante por núcleos, sectores y tendencias.
La Central Única de Trabajadores (CUT) fue fundada en 1983, el Movimiento de los  Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), en 1984. El Partido Comunista del Brasil (PCdoB) y el Partido Comunista Brasileño (PCB), legalizados en 1985, mantuvieron su identidad desde una posición crítica.
Después de tres intentos con José Ignacio “Lula” da Silva, el PT venció en las elecciones  de 2002 para la Presidencia de la República, y fue seguido por Dilma Rousseff el 2010. Juntos Lula y Dilma hicieron más de una década de gobierno. Se mantuvo aspectos de la política económica anterior. Las necesarias reformas de la gran propiedad de la tierra rural y urbana fueron sustituidas por una vigorosa política social de hambre cero aprovechando los buenos precios de los productos de exportación.
Su alianza con los poderosos sectores empresariales que venían desde la dictadura militar y se proyectaban hacia el mundo a través de los BRICS (el grupo económico de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) acabó en la corrupción que permitió a la derecha recobrar fuerzas y destituir a Dilma mediante un golpe de estado “legal” dado por el Parlamento, la misma táctica que se aplicó antes contra el débil gobierno izquierdista de Lugo en Paraguay.

Argentina: retorno de la derecha

La izquierda no peronista no acabó de procesar una posición única frente al fenómeno Kirchner. Las limitaciones y errores de la era Kirchner y la falta de claridad de la izquierda marxista, abrieron espacio para la recuperación del poder por la derecha de Macri, el grupo Clarín y las mafias sindicales. Los grandes males de Argentina, que son la gran propiedad de la tierra ahora tragada por la soya, las oligarquías sindicales y la concentración mediática, quedaron sin ser tocados, excepto los intentos hechos por Cristina de abrir espacio para una democratización de los medios en periódicos y radiodifusión. Se recuperó la economía pero se generó inflación. Se restauró el nivel adquisitivo de los salarios pero se mantuvo las corruptas dirigencias sindicales. Se abrió una política de reindustrialización, pero la corrupción no dejó de estar presente. Eso sí, Argentina fue el país de América Latina que con más decisión juzgó a los criminales de la época dictatorial.

Uruguay: del Frente a la centro derecha

Desde comienzos del siglo XX, Uruguay mantuvo una consistente política social a partir de las reformas de José Battle y Ordóñez, fundador del Partido Colorado. Blancos y Colorados se alternaron en el poder formando una democracia estable. Se realizó el Congreso del Pueblo en 1965; fue fundada la Convención Nacional de Trabajadores CNT, en 1966. El Frente Amplio fue creado en 1971. El movimiento por la Liberación Nacional Tupamaros promovió la insurrección guerrillera y fue respondido con una feroz dictadura cívico militar entre 1973 y 1985.
Durante la dictadura, fue formado el Frente Amplio con un programa que incluía la ruptura con el FMI, la reforma agraria y la nacionalización del comercio exterior y la banca. Los generales Líber Seregni y Víctor Licandro contribuyeron decisivamente a la unidad de los sectores progresistas. El MLN Tupamaros ingresó al FA en 1989 y fue el núcleo del Movimiento de Participación Popular, la fuerza frenteamplista más votada en 2004 y 2009.
El 5 de julio de 1994 un Congreso del FA dio nacimiento al Encuentro Progresista. El 31 de octubre de ese año, Tabaré Vázquez y Rodolfo Nin Novoa, candidatos a presidente y vicepresidente por el Frente Amplio-Encuentro Progresista-Nueva Mayoría, ganaron las elecciones en primera vuelta con 50,7% de los votos. Fue conquistada la mayoría absoluta en las Cámaras de Senadores y Diputados.
El Frente Amplio debió aceptar la concentración y extranjerización de la tierra y la sujeción de la producción de carne y soya a monopolios extranjeros. Se intensificó la apertura a la inversión transnacional en nuevas instalaciones, cuyo caso paradigmático fue la fábrica de pasta de celulosa de Fray Bentos que ocasionó enfrentamientos con el gobierno argentino. Los beneficios salariales y las mejoras en las condiciones laborales  lograron que los trabajadores apoyen al gobierno mientras se producían cambios estructurales en favor del gran capital.
José Mujica, ex líder de los tupamaros, electo presidente de la República en 2009, mantuvo la línea neoliberal “astorista” (del ministro de economía y Vicepresidente de Tabaré Vázquez Danilo Astori).
Los poderes reales mantienen su dominación. Son los partidos de la derecha tradicional cuyos personajes fueron  incorporados a cargos de gobierno; los grandes empresarios extranjeros a los que se garantizó que sus inversiones no serían tocadas; las fuerzas armadas a las que se liberó de toda responsabilidad respecto del pasado de torturas que caracterizó el período dictatorial.

Bolivia: ¿Y después de Evo, qué?

Desde los gobiernos de Busch y Villarroel y la revolución de 1952, Bolivia tiene una larga tradición revolucionaria. El gobierno del MNR culminó en la dictadura de Barrientos que, luego de cortos períodos democráticos fue seguida por la de Hugo Bánzer. Un largo proceso de quiebra de las minas nacionalizadas, privatización y relocalización con Gonzalo Sánchez de Losada, generó el surgimiento del movimiento de los cocaleros del Chapare, que a su vez fue la base del liderazgo de Evo Morales. El tradicional sindicalismo minero fue sustituido por la presencia económico política de la población de El Alto de La Paz, los cocaleros y campesinos, a la vez que la derecha tiene su base en los latifundistas del Oriente. La lucha política es también cultural y étnica y ha dado lugar a un gobierno reivindicativo de la población indígena, largamente marginada, incluso por la revolución de 1952, que se concretó al declarar constitucionalmente que Bolivia es un estado plurinacional, plurilingüe y comunitario. Pero el futuro es impredecible porque no hay sustituto al liderazgo de Evo Morales.

Chile: conservadurismo de centro derecha

La transición chilena de la dictadura de Pinochet a la democracia de la Concertación fue un largo proceso. Durante muchos años la concertación de los partidos demócrata cristiano y socialista coexistió con la representación de las Fuerzas Armadas  y el pinochetismo en el parlamento. Todo eso llevó a un régimen en que la formalidad  de los acuerdos entre las fuerzas políticas se sobrepone a las reformas sociales. Bajo la Concertación, Chile ha continuado financiando el ejército más armado de la costa del Pacífico después de Estados Unidos y su expansionismo económico y militar es una amenaza para Perú y Bolivia. Más de treinta años de convivencia con la derecha han envejecido a la clase política de izquierda que es rebasada con frecuencia por las protestas y demandas de los jóvenes.

¿Y ahora?

Atrás está el holocausto. Aceptadas en el sistema político, las izquierdas conviven en una legalidad limitada con sectores de la derecha y el capital; o se han derechizado ellas mismas. En Costa Rica, Uruguay y Chile han contribuido a lograr democracias estables pero conservadoras con rasgos importantes de política social. Han desarrollado o desarrollan políticas contra la pobreza pero han quedado allí. Han recuperado, sobre todo a partir de la contribución audaz de Chávez una visión integradora e independiente de Latinoamérica.
En Nicaragua, Ecuador y Bolivia, mantienen un fuerte liderazgo autónomo basado en las insustituibles y carismáticas personalidades de Daniel Ortega, Evo Morales y Rafael Correa. En Argentina y Brasil han perdido las posiciones que ganaron  el PT de Lula y el peronismo kirchnerista. Hay muchas frustraciones en México, a pesar de los éxitos electorales. Perdido el liderazgo de Chávez, viven una lucha abierta con la derecha en Venezuela. En Paraguay y Honduras son muy débiles, aunque en Honduras mantienen su base popular y campesina.
Su asentamiento por la vía de un liderazgo personal, hace difícil y de pronóstico reservado la permanencia de las izquierdas en el poder en los casos de Nicaragua y Bolivia, aunque el Sandinista es un partido ya consistente e institucionalizado. Rafael Correa se retira por propia decisión pero no tiene sucesores. ¿Quedará trunca su “revolución ciudadana”?
La sustitución del concepto clásico de revolución por el de “revolución democrática” o democracia a secas; el abandono de la lucha contra el capitalismo por la lucha contra el neoliberalismo; la adopción de la idea del “modo petista de gobernar” como símbolo de eficiencia y ética (fracasado como símbolo en Brasil), y no necesariamente de gobierno comprometido con los trabajadores; la sustitución de la estrategia democrático-popular por una estrategia de centro-izquierda, constituyen características notables de este período.
Las críticas a la democracia formal por parte de estas izquierdas se han extinguido. También el lenguaje radical, excepto en Venezuela. Se ha dejado de analizar el contenido, sentido y manera de ser del sistema imperante en cada uno de los países. El temor a ser estigmatizados o retornar a la marginalidad, hace que se valore la democracia en su modelo norteamericano. Pero eso lo pueden hacer los políticos de izquierda, los pueblos tienen otras expectativas que la izquierda moderada ya no satisface en Costa Rica, Chile, Brasil, Argentina y Uruguay.
En los casos más avanzados se sustituye la propuesta socialista por políticas de participación ciudadana, descentralización o gobierno local. La participación ciudadana existe solo como propuesta que puede exhibir escasas realizaciones, excepto en Porto Alegre, Brasil, donde el PT hizo una gestión ejemplar. Se asume una nueva  temática medio ambiental, de género y LGTB. La posibilidad de cambios revolucionarios deja de estar en el horizonte histórico más o menos inmediato para alejarse cada vez más. Se propone en los mejores casos mejoras de carácter popular y democrático en el capitalismo, pero no se siente o aun, se teme, la posibilidad efectiva de transitar hacia otro régimen. De la izquierda se ha pasado al centro y en algunos casos, como en Costa Rica, Chile y Uruguay, a la centro derecha.
Siguen siendo grandes desafíos las reformas de estructura agraria y de la propiedad en las urbes y en el campo. Las izquierdas, como otras fuerzas políticas del área, carecen de propuestas efectivas frente al problema creado por las mega ciudades; propuestas para promover el empleo y combatir la miseria, la corrupción y la violencia. En su disculpa hay que decir que nadie tiene hoy esa fórmula: mal de muchos consuelo de tontos. La verdad completa acerca del contenido y los hechos de las dictaduras pasadas y el rol de los Estados Unidos en el holocausto de la izquierda, sigue siendo temida como un asunto que puede dar lugar a conflictos con los poderes fácticos. Con todas sus realizaciones y sus méritos, las izquierdas latinoamericanas siguen viviendo entre utopías cada vez más pálidas y lejanas y un temor siempre presente a la persecución, la estigmatización o a un nuevo holocausto.